Bajo en lactosa, de espectacular sabor, de pasta blanda y corteza blanca comestible; tiene un tono dulzón avainillado en su interior. En boca posee leves notas lácticas acidificadas y un agradable dejo amargo al final. Su reducción de lactosa del 90% no modifica el sabor típico del Camembert, convirtiéndolo así en un queso rico y sano.
Se funde perfectamente, por lo que es ideal para platos calientes. Su alta cremosidad y untuosidad en boca van con vinos que tengan un efecto de barrido del paladar, como un blanco refrescante y de buena acidez.
Período apto de consumo: 60 días desde su fecha de elaboración.
Presentaciones: Tradicional, piezas de 300 grs. aprox
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